Itziar adapta la Dieta a Su Vida: Tercera Semana

Itziar en esta semana, se enfrenta a una de las situaciones más complicadas una dieta: compaginarla con la vida social y laboral. Pero una vez más ha conseguido superar la semana con éxito. Ella misma nos lo cuenta:

Dieta y viajes: ¿Compatibles?

Esta tercera semana de dieta me ha tocado estar de viaje. Y no un viaje normal, no. Estar en un congreso. Muchos de los que trabajamos y tenemos viajes y comidas de empresa pensamos que estar a dieta en esos momentos va a ser un suplicio. Y sí, puede serlo. Pero también Anabel me estuvo explicando que aunque estuviese haciendo la dieta del Reto Albalá también debía aprender a saber saltármela. Pero ¡OJO! con moderación.

cuando-sales-a-cenar-y-te-pides-ensaladaEstando fuera de casa tenía que valorar los alimentos que iba a tomar durante todo el día para que aunque me la saltara en una comida, no lo hiciera en todas. Por eso, mis desayunos eran los mismo de tostadas con tomate y café a pesar de tener todos los bollos del mundo delante.

Durante las comidas intenté acompañar con ensaladas, porque tampoco había muchas opciones sanas en el menú. Hubo comidas que sólo fueron ensalada, otras que las acompañé con pescado a la brasa o pollo al horno. En general, como ya comenté en la primera semana, mi alimentación siempre ha sido bastante variada y sana en lo que a comida se refiere. Ahora, cuando llega el momento de los postres… ahí si que tuve que resistirme. Me salté la dieta en un par de comidas y probé un poco de tiramisú y brownie. Pero aunque tomara ese dulce no podía olvidarme de la dieta durante el resto del viaje.

También conseguí salir a correr y hacer mi tabla de ejercicios en un rato de descanso. Así que volví contenta de este congreso.  Por lo menos con la sensación de haber superado el fin de semana sin muchos excesos.

Es mi dieta, no la tuya.

Desde que empecé la dieta del Reto Albalá, y más desde que lo empecé a contar, parece que ya no soy yo sola la que está pendiente de lo que puedo y no puedo comer. Se ha convertido una cuestión de estado. Cada comida o cena que tengo con gente tengo a todos vigilando cada cosa que voy a comer. Se encargan de recordarme si hay algo que no entra de la dieta o no paran de preguntarme si me he quedado con hambre o porque no tomo postre. “si total, por un trozo de tarta que comas hoy no va a pasar nada”.

Así que para todos aquellos que vayáis a hacer algún comentario a alguien que está a dieta, ¡no lo hagáis! Si cogemos algo que no está en la dieta, ya lo sabemos. Si bebo una cerveza que no debería, ya soy consciente y que tú me lo recuerdes no va a cambiar eso.

Os lo digo porque a mi se me han llegado a quitar las ganas de ir a comer o cenar con gente, o incluso no decir que estoy a dieta sólo por evitar los comentarios. Pero al final, esa no es la solución. Hay que aprender a pasar de los comentarios que no te gusten y seguir disfrutando de la comida con el resto de amigos.

Los afectados por el reto albalá.

Pero como todo, no hay mal que por bien no venga. Y esto es lo que ocurre cuando estás dejando de comer dulces y postres. Que siempre hay alguien que puede comerse también el tuyo. Yo ya aprendí la lección. Que yo no quiera postre no significa que los demás tampoco y  no, no voy a meter mi cuchara en el postre de otros. Si quiero postre, pediré el mío y lo que yo no quiera se lo comerán los demás.

Aprender a saltarte la dieta

 

Esta frase que extraigo del post de Itziar me parece que es una de las claves para conseguir perder peso con éxito, mantener los hábitos saludables adquiridos durante la dieta, y no volver a los malos hábitos anteriores.

Los viajes, los eventos, las celebraciones, son uno de los momentos más delicados y suelen ser el origen de muchosItziar comida fracasos, unos porque deciden saltársela a lo bestia dirigidos por toda la ansiedad contenida los días de dieta anteriores, y en el «ya que estamos» consiguen a veces no sólo recuperar los kilos perdidos, en algunas ocasiones hasta superar su peso de origen. En el peor de los casos, deciden tirar la toalla y no continuar con la dieta.

En el caso opuesto, tenemos a los más voluntariosos y motivados, que deciden no saltarse la dieta bajo ningún concepto, ni si quiera son capaces de probar la tarta el día de su cumpleaños, como auténticos ascetas. En estos casos, los objetivos se suelen conseguir muy rápidamente, porque la persona que realiza la dieta es de manual, aparentemente el sueño de cualquier dietista, escucha y aplica todos tus consejos, pero al finalizar la dieta, en algunos casos, la vuelta a la normalidad trae consigo un efecto rebote.

Por eso mi consejo como os contaba en mi primera semana de dieta y en el post de trucos para adelgazar y no saltarte la dieta, la mejor forma de no saltarte la dieta, llegar hasta el final, conseguir tus objetivos e introducir hábitos saludables definitivamente en tu vida, es adaptar la dieta a tu vida y no al revés.

Y si para ello de vez en cuando hay que saltarse la dieta, se la salta uno. ¡Sin pasarte y con cabeza!

Cuando os veáis en esa situación, seguid el ejemplo de Itziar, ha disfrutado con moderación 😉

Por cierto Itziar, ya nos contarás que hay que hacer para ir a congresos de esos, que los míos son muy de auditorio y PPT y poco de playa… jeje

Ánimo campeona, llevas tres fantásticas semanas: Tienes el objetivo a la vuelta de la esquina!!

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