La sal. En el punto de mira

El consumo diario de sal ha pasado a ser un tema que nos inquieta a todos. No se puede negar que está a la orden del día. Nos bombardean con noticias alarmantes como la escalofriante cifra de más de 2 millones de muertes al año, a nivel mundial por hipertensión arterial.

Una de las causas asociadas, es el consumo excesivo de sal. Así, es normal que nos preocupemos, pero que nadie se eche cuerpo a tierra. La sal es necesaria, por lo que no debe ser suprimida de la dieta, tan solo hay que saber en qué cantidades debemos consumirla.

Hoy en día, existe una gran variedad de alimentos en el mercado. Es posible, que eso a más de uno le haya hecho dudar a la hora de elegir qué comprar. En este post vamos a dar unas pequeñas recomendaciones y pautas para hacer más fácil la elección, sabiendo qué alimentos son más ricos en sal y cómo poder sustituirla por otro aderezo.

¡Lea el etiquetado!

No es ningún mito que el 70% de la sal consumida proviene de los alimentos preparados y no de la sal que aderezamos a los platos. Aunque muchos alimentos contienen sal, se puede reducir su contenido leyendo el etiquetado.

La OMS recomienda que la ingesta diaria de sal sea de 5g. Actualmente, la sociedad española consume el doble a lo establecido.

En el etiquetado, el contenido en sal puede venir como sodio. ¿Es lo mismo la sal y el sodio?

El sodio es un componente de la sal, así como también el potasio. Para conocer el contenido en sal, habría que realizar la siguiente ecuación:

    Sal = gramos de sodio x 2.5

Controlar las cantidades de sal es importante para llevar una alimentación saludable, pero no hay que obsesionarse.

 

Alimentos ricos en sal

Las principales fuentes alimentarias de sal se reflejan en el siguiente esquema:

 

 

El 70% de la sal consumida procede, principalmente de: embutidos, panes y derivados, quesos y platos preparados.

Esto no quiere decir que sean los alimentos con mayor contenido en sal, sino aquellos que más consume la población española. Por ejemplo, las algas marinas son muy ricas en sal, sin embargo, no están introducidas en nuestra dieta diaria. Como he mencionado al principio, es muy importante saber en qué cantidades comemos un alimento.

Menos sal es más salud

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), en el año 2005 lanzó la estrategia NAOS (Nutrición, Actividad física, Prevención de la Obesidad) para desarrollar acciones e intervenciones en todos los ámbitos sociales, promoviendo una alimentación variada y equilibrada.
Actualmente, se ha puesto en marcha un plan de reformulación para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas, en colaboración con varios sectores de la alimentación. Dichas medidas van a mejorar considerablemente nuestra cesta de la compra.

 

Compre alimentos frescos y de temporada

El consumo de frutas y verduras de estación proporcionan una serie de beneficios. No solo a nivel organoléptico y de sabor; sino que
  • Se fomenta el comercio local, favoreciendo el desarrollo económico y social.
  • Aportan los nutrientes necesarios según la estación, ya que los requerimientos no son los mismos en verano que en invierno.
  • Se reduce el impacto ambiental al no forzar la cosecha de determinados alimentos, respetando su estacionalidad.

Prepare su comida siempre que pueda

Ya que así podrá llevar un mejor control de las proporciones y conocer todos los ingredientes de las recetas mejorando la calidad de las mismas.

Sal yodada

 

¡Come sano y muévete!

Alimentación saludable + actividad física = +salud

 

Fuentes: FEN, AECOSAN, FAO, FDA, SEDCA, OMS, NAOS, OPS

Beatriz Estevez González.

Grado en Farmacia y Nutrición.

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