Crema fría de guisantes con remolacha deshidratada

Hoy os traigo una receta que me trae muy buenos recuerdos, ya que es una adaptación de una receta que hice en las prácticas de gastronomía. Agradecimientos a Puri, mi profesora, porque fue gracias a ella que conocí esta variedad tan rica y curiosa de comer una crema de guisantes.

Con esta receta sorprenderéis a vuestros invitados y quedaréis como todo un chef. Es un plato muy  completo que aporta tan solo 200 calorías.

¡Manos a la cocina!

Ingredientes

  • 1/2 cebolla
  • 250g de guisantes (pueden ser congelados)
  • 1/4 de leche desnatada
  • 1 yogur  natural desnatado
  • 200 ml de Leche Desnatada
  • 10-15 ml de Aceite de Oliva
  • Pizca de sal 
  • 1 o 2 remolachas
  • 1 o 2 patatas

Elaboración

La elaboración es más sencilla de lo que parece.

Previamente se pican las cebollas y se cortan en láminas muy finas las remolachas y las patatas. Se separan algunas patatas y remolachas y se guardan para la decoración final.

Para la preparación de la crema, se rehoga a fuego medio las cebollas hasta que tengan una tonalidad transparente y se añaden los guisantes. En el momento que comience a hervir se esperan 10 minutos para agregar la leche y medio yogur que se ha batido previamente. La otra mitad del yogur se congela. Se tritura todo bien hasta obtener la textura deseada.

 

Por último, deshidratamos las láminas finas de remolacha y las patatas que habíamos apartado al principio.  Para deshidratar se puede utilizar un deshidratador de alimentos o en el microondas a máxima potencia, dejando espacio entre ellas. Hay que dejarlo hasta que se deshidrate pero sin perder su color original. Una vez deshidratada la remolacha y la patata, como opción, se seleccionan algunas para picarlas hasta conseguir un polvo.

 

 

 

 

 

 

Presentación

Para innovar y sorprender a nuestros invitados, servimos la crema de guisantes en copas de Martini.

La decoración queda a vuestro gusto,  una idea es la que veis en la imagen. Formamos un óvalo con dos cucharas y ponemos el yogur congelado.  A continuación, colocamos en un extremo una rodaja de remolacha y patata deshidratas, como si fueran las plumas de un indio. Para finalizar, añadimos el polvo de la remolacha y la patata en la zona central haciendo así un juego de colores.

Et voilà! A disfrutarlo!

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