Es probable que el limón sea uno de los alimentos indispensables en nuestra cocina, pues su uso es muy popular y su sabor muy característico. Además es muy fácil de encontrar, pues está disponible durante todo el año en los supermercados, de forma que se puede hacer uso de él de forma anual.
Pero en este post no vamos a hablar de cosas que ya sabes, sino que vamos a descubrir el gran abanico de utilidades que tiene el limón en la cocina, desde su versatilidad para formar parte de recetas tanto dulces como saladas, hasta su utilidad como desinfectante.
¿Quieres saber un poco más? Pues, ¡sigue leyendo!
Características nutricionales
A nivel de composición el limón está compuesto principalmente por vitaminas y minerales, entre las que destaca la vitamina C, potasio y flavonoides. Se caracteriza por tener un gran poder antioxidante y además ayudar en algunos procesos del sistema inmune como al cicatrización. En la pulpa, podemos encontrar ácidos orgánicos, principalmente el ácido cítrico y el ácido málico entre otros.
El ácido cítrico del limón se extrae y se utiliza en la industria como un aditivo (E-330), que sirve como acidulante, regulador de la acidez y saborizante; del cual derivan otros muchos aditivos conocidos como citratos. Es utilizado en productos como zumos, yogures, mostazas o gelatinas, además de los productos con sabor a limón.
Como curiosidad te diré que pertenece al grupo de las frutas, debido a que su crecimiento se produce en un árbol y tiene semillas (este es un pequeño truco para identificar las frutas).
Utilidades
Como hemos comentado anteriormente, el limón es un producto que normalmente se suele encontrar en la mayoría de las cocinas y a pesar de que su sabor es muy cítrico, se pueden elaborar cantidad de recetas con él. Empezando por las recetas saladas como puede ser el pollo al limón o salmón con mantequilla de limón, y acabando con las recetas dulces o postres como el típico bizcocho de limón o tarta de limón.
Pero además de su uso culinario, el limón es un gran aliado en la limpieza, pues ayuda por ejemplo a la eliminación de los malos olores de la nevera, se puede usar como ambientador para el lavavajillas y para eliminar las manchas que tengamos en los trapos de cocina. Además, su poder antioxidante ayuda a que alimentos como la manzana o el aguacate se oxiden de manera más lenta. Y por último, puede ser un gran aliado en el caso de que no nos guste el agua o nos cueste consumirla, porque se puede elaborar un refresco casero de limón que nos ayude a consumirla y además de una manera diferente y divertida.
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