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Chuches: ¿Por qué Las Chuches Son Malas?

Llega el día más fantasmagórico del año, Halloween.

Fiesta en la que los peques, y no tan peques, les encanta disfrazarse e ir por las casas diciendo “¿truco o trato?”. Un dicho muy típico que también podría pasar a denominarse “¿Truco o Chuche?”.

Quién no lo ha hecho alguna vez y ha salido con todos los bolsillos repletos de todo tipo de chuches:  golosinas, piruletas, caramelos o chicles. O le han llamado a la puerta y ha dado unos caramelos de más a unas brujillas.

Las golosinas como las nubes, los regalices, las fresas o los ositos de goma son productos industriales irresistibles para todos.

Pero… ¿Qué consecuencias tiene su consumo frecuente y qué repercusión tiene sobre las salud y desarrollo de los niños?

¿Truco o Chuche?

 

Las golosinas a los niños y a los adultos nos encantan. Son productos que vuelven locos a todos. No obstante, hay que ser consciente que son productos con calorías vacías que pueden ser dañinos para nuestra salud.

El término de calorías vacías hace referencia a aquellos alimentos que no aportan nutrientes esenciales y de calidad al organismo.

 

Los Azúcares de las Chuches

Las chucherías están constituidas principalmente por azúcares simples (fructosa, glucosa y sacarosa) de rápida asimilación. Además de gelatinas, sal, almidón, aceite de palma, goma arábiga, espesantes y colorantes para hacerlas más atractivas.

El problema reside cuando el consumo ocasional pasa a ser diario. El exceso de azúcares el cuerpo los almacena en forma de glucógeno en el hígado o en forma de grasa en el tejido adiposo. Esta situación conduce a obesidad, algo especialmente peligroso en niños, que son los principales consumidores de estos productos.

Además, diversos estudios han relacionado los aditivos artificiales que llevan las golosinas con reacciones alérgicas y efectos sobre el sistema nervioso.  Esto se traduce en hiperactividad en los niños, falta de concentración, ansiedad y defensas bajas.

 

En esta publicación sobre la ingesta recomendada en adultos y niños sobre el consumo de azúcares la OMS recomienda un máximo de un 10% de la ingesta calórica total. Es decir, para un adulto el máximo recomendado sería 25 gramos, mientras que en niños de 3-4 años serían 13 gramos, en niños de 5-6 años 15 serían gramos, en niños de 7-8 sería 16 gramos, y en niños de 9-10 años, la ingesta máxima diaria de azúcares recomendada sería 18 gramos; calculado a partir de la tabla de requerimientos energéticos estimados de la Asociación Española de Pediatría.

100 gramos de chucherías contienen 52 gramos de azúcar y 535 Kcal…

 

Para que os hagáis una idea hemos pesado 100 gramos de dedos de bruja:  el aparentemente inocente bol de la izquierda además de contener 535 kcal contiene 52 gramos de azúcares, prácticamente el triple del consumo máximo recomendado.

Haciendo cálculos, un niño como máximo podría tomar 3 dedos de bruja, pero teniendo en cuenta la ingesta de azúcares repartida en el resto de la dieta, ni si quiera eso.

Hay que tener en cuenta que en muchísimos alimentos son añadidos por la industria alimentaria, y de forma natural se encuentran presentes en zumos, néctares, miel. En concreto el 98% de la composición de la miel son azúcares.

 

Pero la obesidad no es el único problema:

En el mismo estudio de la Organización Mundial de la Salud al que hacemos referencia anteriormente, un análisis de los estudios en niños sugiere una asociación positiva entre el nivel de ingesta de azúcares libres y la caries dental.  Las pruebas científicas sugieren tasas más altas de caries dental cuando el nivel de ingesta de azúcares es superior al 10% de la ingesta calórica total.

Es decir, a mayor ingesta de azúcares, mayor tasa de caries.

 

Alimentación saludable

La infancia es una etapa donde su consumo es más frecuente, pero se da así porque se lleva repitiendo durante muchos años, y se ha convertido en una costumbre.  Un ejemplo de ello es esta fiesta tan típica, así como también la Cabalgata de Reyes donde no se va repartiendo fruta.

La recomendación es reducir la cantidad y frecuencia con la que consumimos o damos a los niños las golosinas. Sin necesidad de prohibirlos. Tomar conciencia e ir realizando cambios. Brindar alimentos más nutritivos para llevar al colegio, comer entre horas, en las fiestas, o las meriendas.

Se trata de ir introduciendo cambios poco a poco, apostando por una alimentación saludable que favorezca el crecimiento y desarrollo de los más pequeños. En este enlace podréis encontrar las recomendaciones dietéticas para la infancia de la Asociación Española de Pediatría.

¡¡Feliz Halloween!!

Autoras:  Anabel Albalá .-Farmaceútica y Nutricionista-.  y  Beatriz Estévez .- Farmacéutica y Nutricionista.-

Fuentes:

OMS: Ingesta de azúcares para adultos y niños

AEPED: Alimentación del Preescolar y Escolar

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