Cada año el verano es nuestro mayor momento de relajación, y con ello, nuestros hábitos suelen cambiar, y, normalmente, empeorar. Comemos más veces fuera que en casa y salimos varias veces al día a tomar algo. Ser saludables se nos vuelve extremadamente complicado.
BEBIDAS
Uno de los mayores problemas en estas fechas son las bebidas azucaradas y alcohólicas, hemos aprendido a socializar con ellas y es desconcertante para nosotros no hacerlo. Aunque no lo creas ¡hay opciones saludable e igual de sabrosas! Y sino ¿qué me dices de una limonada con hielo? O un té infusionado con frutas, ¡las bebidas azucaradas te parecerán una basura a su lado! También puedes probar el agua con gas con limón o cualquier otra fruta, ¡es la mejor opción para evitar bebidas azucaradas, y refresca de verdad! Todas estas opciones son posibles tanto en bares, como en casa. Ten siempre agua con frutas y algún té frío en la nevera y olvídate del compromiso de tener bebidas azucaradas por si viene visita. ¿Qué mejor forma de decir “te quiero” que cuidando la salud?
El alcohol es una problemática más grave, esta sustancia está realmente normalizada, pero es muy dañina para nuestra salud. No decimos que no puedas tomar una copa en una situación especial concreta, pero no debe ser la tónica, ni diaria ni semanal. Con las opciones anteriores tienes una gran solución, pero recuerda, ¡también existe la cerveza sin alcohol. Si es lo que te apetece, que sea sin alcohol.
APERITIVOS
Acompañando al apartado anterior encontramos los aperitivos, suelen ser muy altos en grasas, sal y, en ocasiones, azúcares. Patatas fritas, frutos secos fritos y acompañados de otros procesados basados en sémolas, algún tipo de embutido… Y aunque no lo parezca, hay grandes opciones saludables y agradables fácilmente sustituibles. Los frutos secos son geniales, eso sí, tostados o naturales sin sal, deja los fritos a un lado. Y ¿qué me dices de las aceitunas/olivas? Sí, sí, son un aperitivo saludable y que a todos nos gusta. Lo mejor es comerlas sin relleno, al natural o con algún aliño bajo en sal, y si van acompañadas de encurtidos ¡mucho mejor! Pepinillos, cebollas, zanahorias…deliciosos y nutritivos ¿no te lo esperabas? Es que ser sano no es incompatible con comer rico y entre amigos.
COMIDAS Y CENAS
Y ahora, ¡el gran problema! Las comidas empiezan a realizarse fuera de casa y todo empieza a ser alto en grasa, en sal… y de las verduras ni hablamos… En muchas ocasiones queremos comer mejor, y es que esta alimentación deja secuelas en cualquier sistema digestivo y nadie quiere encontrarse mal en vacaciones. Voy a darte unos tips para hacer buenas elecciones en cualquier restaurante, y también para las comidas en casa:
- Elige primero un plato con verduras, ya sea una ensalada, o unas verduras a la plancha, un gazpacho…la cuestión es comerlas lo máximos posible, además ¡ayudarán con tu hidratación!
- Busca platos con cocciones saludables, plancha, al vapor, al horno… son preparaciones que permiten platos con sabores increíbles y que no añaden grasas a los platos.
- No te olviden de las legumbres. Evidentemente, nadie quiere un guiso en verano, pero hay ensaladas de legumbres, patés, etc. Un hummus con crudités, un paté de judías, o una ensalada de lentejas… Las opciones son interminables
- Deja atrás la comida basura, disfruta de los sabores, las texturas, los colores… y evita tomar comidas hiperpalatables y ultraprocesadas. La comida está para nutrirse, pero también para disfrutar, un día podemos ir a un restaurante de comida rápida pero si es nuestro día a día todo será monótono y nuestra salud nos impedirá disfrutar del resto de cosas de la vida.
- Controla la cantidad, no es necesario comer hasta reventar. Escucha a tu cuerpo y come solo hasta saciarte, lo agradecerás el resto del día. La pesadez es incómoda e innecesaria, come solo lo que necesitas y te apetece de verdad.
- ¿Y el postre? Prioriza la fruta, son refrescantes, sanas, dulces e hidratantes. Incluso puedes hacer postres con ellas, un yogur con frutas, una macedonia… ¿Has probado la fruta bañada en chocolate negro? En serio, engancha.
No olvides que todos tenemos derecho a relajarnos, a disfrutar y a tener caprichos pero la vida saludable es un continuo y cuando somos capaces de disfrutar con ella hacemos las vacaciones mucho mejores, no nos sentimos mal, ni pesados y somos capaces de hacer todas las actividades que queramos. ¿Vacaciones saludable e inolvidables? Por supuesto que sí.
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Inés Pérez Gopar.
Estudiante del grado de Nutrición Humana y Dietética.