Desde hace un tiempo nos toca estar mucho más en casa, no salimos de noche y los fines de semana son diferentes. Todo esto ha influido en que a mucha gente le dé por la repostería, y, aunque si la consumimos de forma ocasional podemos disfrutarla perfectamente, hay formas de hacerla más saludable. Esto es genial no solo para comer distintas preparaciones en el día a día sino para dársela a los más peques o acostumbrarnos al sabor de los alimentos. ¿Quieres saber más?
HARINAS, SIEMPRE INTEGRALES
La base de la repostería suele ser la harina, sea con o sin gluten. Esos productos son ricos en hidratos de carbono y suelen ser harinas blancas y refinadas pero si queremos hacerla más saludable y habitual la clave está clara, siempre integral.
La harina integral nos aportará mayor cantidad de fibra, además de evitar su refinamiento. Por otro lado aporta, sin duda, un gran sabor. Puede ser que necesites un poco más de líquido en este caso pero realmente no variará mucho, te lo digo por experiencia. No pierdas la oportunidad de probarlo.
CÓMO ENDULZAR
Esto suele ser la clave. Se suele ir mucho a los edulcorantes como la estevia o la fructosa, pero ¿es esto lo más saludable? Claramente, no. Los edulcorantes afectan a nuestra sensación de saciedad descompensando los mecanismos del hambre, además generan sabores hiperpalatables y no nos acostumbramos al sabor real de los alimentos.
Si quieres endulzar tus bizcochos, galletas, tartas, etc. Prueba con alimentos dulces en sí. El plátano es una muy buena opción, cuanto más maduro mejor. Pero también tenemos la pasta de dátiles (dátiles triturados con agua hasta que tengamos una pasta homogénea) o la manzana (puedes rallarla o meterla al microondas hasta que se cocine y aplastarla). De verdad, queda delicioso y naturalmente dulce.
¡OJO! El sirope de agave y la miel es igual al azúcar libre, si te apetece añadirlo hazlo pero no porque creas que es más saludable.
EL HUEVO, NUESTRO GRAN ALIADO (Y COMO SUSTITUIRLO)
El huevo es un alimento realmente saludable y maravilloso para nuestros postres. Es una buena opción para postres más rápidos como los mugcakes o para bizcochos en general. Pero ya sea por elección o por alergia no todo el mundo puede o consume este alimento. Por ello, hay opciones saludables para sustituirlo. Por ejemplo, semillas de lino o de chía y agua. El plátano o la manzana rallada/asada, que ya nos sirve para dos cosas, ¡que genial!
GRASAS SALUDABLES
Finalmente, pero no menos importante, las grasas. Los dulces suelen necesitar grasa para ser más suaves, esponjosos y agradables. Pero no todas las grasas son iguales, si podemos, elegiremos siempre el aceite de oliva virgen extra. Si no, optaremos, como mucho por mantequilla o aceite de coco (de forma muy ocasional), algo más sólidas. No debemos plantearnos ni las margarinas y las mantecas ya que son mucho más perjudiciales.
La cremas de frutos secos también actúan genial en este sentido y le dan un sabor muy especial.
Espero que estos trucos te ayuden a darle un plus a tus preparaciones y no olvides, la cocina es una parte muy importante del proceso de alimentación ¡practícala! Te ayudará a ser mucho más consciente de lo que comes.
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Inés Pérez Gopar.
Estudiante del grado de Nutrición Humana y Dietética.