Hoy, 18 de junio, es el día de la Gastronomía Sostenible y aunque pueda parecer un día más, como nos alimentamos, tanto individualmente como a nivel de sociedad, genera un impacto en el medio ambiente. El sistema agroalimentario es uno de los pilares claves para mejorar la salud del planeta ¿quieres conocer que puedes hacer?
¿QUÉ ES LA GASTRNOMÍA SOSTENIBLE?
“…Por lo tanto, la gastronomía sostenible es sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a nuestros mercados y, finalmente, a nuestros platos.” – FAO
La gastronomía sostenible es uno de los puntos básicos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el 2030. Esta gastronomía es mucho más compleja que comprar productos ecológicos o bio. Hay que potenciar la economía circular y local, proteger a los productores pequeños para que el mercado sea justo y generar formas de producción que protejan y potencien el medio ambiente.
Los principios de la gastronomía por la ONU son los siguientes:
- Mejorar la eficiencia en el uso de los recursos naturales y energéticos.
- Promover una agricultura que proteja los medios de vida rurales, los valores culturales, la herencia, diversidad y equidad.
- Reforzar la resiliencia de las personas, comunidades y ecosistemas.
- Proteger el medio ambiente y luchar contra el cambio climático.
COCINA DE APROVECHAMIENTO
Durante el confinamiento la cocina de aprovechamiento fue
tendencia. Este tipo de cocina era la única opción viable años atrás, en España había gran escasez y se comía lo que había pero desde que tenemos comida para todos y más nos hemos acostumbrado. La creencia de que siempre hay comida disponible hace que no apreciemos la que tenemos y estamos acostumbrados a tirar gran cantidad.
Por ello, durante la cuarentena, cuando evitábamos salir y aprovechábamos hasta la última gota de comida que nos quedaba, regresamos a aquella comida clásica que incluía cada parte de los alimentos porque no habían más. Esto puede arecer tedioso, pero cuando lo hacemos cada día tenemos más herramientas y recursos, además de práctica y rapidez y en nuestra vida se instauran hábitos de sostenibilidad de forma automática.
LOS COMPRADORES, LA CLAVE
Además de las leyes, iniciativas y normas a nivel institucional hay una pieza más, una pieza importante que está en nuestra mano. Nosotros mismos. La oferta siempre responde a la demanda. Podemos tomar grandes decisiones como solo comprar a marcas pequeñas, con unos valores claros, sin plásticos, cercanos, etc. Sin embargo, también podemos tomar decisiones más pequeñas y sencillas como elegir comprar en tiendas de nuestro barrio, comprar más alimentos y menos productos (a menos procesado más probabilidad de ser sostenible y cercano) o consumir menos productos de origen animal (reducir el consumo de productos de origen animal, sobre todo carne y pescado, tiene un gran impacto en el medioambiente).
A la hora de comer fuera de casa también podemos realizar pequeñas acciones como preguntar el origen de los alientos o buscar lugares de comida tradicional donde seguramente utilicen productos locales. Decir directamente a los hosteleros nuestro deseo y compromiso de comprar y consumir productos locales, de temporada y sostenibles puede ser realmente efectivo ya que, si ven que la demanda es real, aumentarán la oferta.
Cuidar el planeta es cosa de todos y la alimentación es básica en este propósito. Debemos pedir leyes más estrictas y actuar en nuestro día a día con conciencia. Y tú, ¿ya has tomado parte en este objetivo?
