Llamativa y colorida, es imposible no mirarla cuando estamos en la frutería o en el super. Da vida en ensaladas o donde sea. Y si la has probado sabrás que su color es igual de agradable que su sabor. Ya sea de guarnición o de plato principal, siempre es una buena opción. Ahora vamos a hablar de sus propiedades ¿cuándo y cómo comerla? Sigue leyendo para descubrirlo.
ESTACIONALIDAD
Se puede consumir de septiembre a mayo, pero su mejor momento es de noviembre a marzo. Es un clásico producto mediterráneo. Viene de la Brassica oleracea, especie de la cual vienen todas las coles, de Bruselas, coliflor, brócoli…
CARACTERÍSTICAS NUTRICIONALES
Gracias a su alto contenido en vitaminas y minerales, en la Edad Media, se consideraba el médico de los pobres. Su color se relaciona con uno de sus nutrientes, ya que es muy rica en antocianinas. Un componente antiinflamatorio con unas altas propiedades preventivas. Además, presenta gran cantidad de glucosinolatos, cuyos productos de degradación se han relacionado con propiedades anticancerígenas. Es rica en vitamina A, vitamina C y vitamina K. Por lo que es una buena hortaliza para esas épocas en las que nos sentimos con menos energía, ya que nos ayuda a procesar lo micronutrientes y con la vitamina K ayudamos a la salud de nuestros huesos. También es muy importante en la coagulación de la sangre. Por lo que es una gran apuesta para nuestra salud.
TABLA DE INFORMACIÓN NUTRCIONAL
MACRONUTRIENTES
Si hablamos de kilocalorías, te aseguro que puedes con tranquilidad. Su densidad calórica es muy baja (31kcal/100g). Todo son hidratos de carbono, en total 7,4g/100g, pero es que 2,1g son de fibra. La cantidad de grasa es ínfima (0,2g/100g) y la de proteína, aunque un poco más alta, es muy baja y de baja calidad (1,4g/100g). Perfecto para cuando quieres bajar de peso, puedes comer y saciarte manteniendo el déficit calórico.
CURIOSIDAD
Esta hortaliza es perfecta para hacer comidas de colores. ¿Por qué? Es un indicador de pH. Y esto, ¿qué quiere decir? Pues que si hacemos un extracto o zumo y le añadimos sustancias ácidas como el vinagre veremos como se torna ¡rosa! Si ya es genial con su color, imagínate poder hacer un menú con gama de colores. Por otro lado, más allá de la comida, es genial para hacer experimentos con niños. Ya que si a ese extracto le añadimos lejía se volverá verde. Es un experimento clásico y muy divertido para hacer en casa. Y la col que sobre, ¡nos la comemos!
¿Te atreves a hacer de tu cocina un mundo de color? Cuéntanos tu experiencia con esta hortaliza en los comentarios.
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Inés Pérez Gopar.
Estudiante del grado de Nutrición humana y dietética.
Referencias
- SELF nutrition data
- Ministerio de agricultura
