Año Nuevo…vida nueva, o eso dicen por ahí. Y lo primero que hacemos al empezar enero es elaborar una lista de propósitos de año nuevo. Propósitos que la mayoría acabamos abandonando en unos meses: apuntarme al gimnasio, aprender un idioma nuevo, dejar de fumar, y sobre todo: hacer dieta para perder esos kilos de más que hemos ganado en estas fiestas, a menos que hayas seguido los consejos del anterior post 😉
El problema a la hora de abordar los propósitos es que los planteamos como objetivos a corto plazo: voy a hacer dieta durante dos meses para perder los kilos que me sobran y luego volveré a comer igual que siempre.
¿Y qué pasa con nuestra salud? Nos preocupamos por nuestra forma de alimentarnos únicamente cuando queremos adelgazar y acabamos recurriendo a la primera dieta milagro que encontramos por ahí, sin tener en cuenta que a lo mejor estamos formulando mal nuestro objetivo. ¿Y si en vez de decir “voy a hacer dieta” lo cambiamos por “voy a empezar a cuidarme”?
Elijo cuidarme. Propósito de Año Nuevo.
¿Qué implica empezar a cuidarse? Pues sobretodo modificar y adquirir nuevos hábitos consiguiendo un estilo de vida saludable: una alimentación sana y equilibrada, ejercicio físico y abandono de malos hábitos como el tabaco y el alcohol. De esta manera no sólo estamos pensando en perder peso para vernos mejor: eso sólo va a ser una consecuencia más de lo que vamos a conseguir integrando en nuestra vida pequeños cambios.
Lo fundamental a la hora de plantear el cambio de hábitos es que te sientas convencido de lo que quieres y te comprometas. Perder peso es relativamente fácil, pero lo difícil es mantenerlo y ahí es donde más esfuerzo tienes que poner; debes ser capaz de integrar en tu vida una elección de alimentos más sanos, técnicas culinarias saludables, planificar tu propio menú, desechar malos hábitos de tu vida como el tabaco y el alcohol e incorporar actividad física a tu vida. Y no se trata de hacerlo por un tiempo, sino durante toda la vida.
Pero, a simple vista puede parecer un poco agobiante empezar con todos estos cambios de golpe. ¿Qué podemos hacer entonces? Ponernos objetivos más pequeños y específicos. Por ejemplo: voy a comer de 3-5 piezas de fruta al día, voy a incorporar verdura en mis platos principales, el agua va a ser mi bebida de elección, reservaré el alcohol sólo para ocasiones especiales, voy a correr 30 minutos diarios…No hace falta que lo hagas todo de golpe, poco a poco.
Cuando veas que eres capaz de superar cada pequeña meta que te pongas te sentirás más motivado y verás las ventajas que tiene el llevar un estilo de vida saludable y ser consciente de todo aquello que te alejaba de conseguirlo. Cómo decía Albert Einstein: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo». Esta vez elige cuidarte.
¡Desde Be Healthy and Happy te animamos a que empieces el cambio! No recurras a la dieta del vecino o a las que encuentres por internet. Acude a un dietista-nutricionista que te ayude a conseguir tus objetivos con una dieta personalizada y adaptada a tus necesidades.
Querer es poder. ¿Te animas?
Feliz 2018
Alba Soriano. Nutricionista