La fibromialgia afecta a más de un millón de personas en España (el 3% de la población), el 90% de ellas son mujeres (es decir, el 6% de las mujeres de nuestro país). Esta enfermedad empeora la calidad de vida de las personas y les complica el día a día, sufren un dolor constante, un gran cansancio y encima, duermen mal. No se conoce la causa, por lo que solo se pueden tratar los síntomas y ese es el problema, la medicación no consigue evitarlos. Por ello, se ha estado estudiando si los tratamientos no farmacológicos podrían ayudar.
¿QUÉ ES?
Para poder hablar del tratamiento primero debemos conocer la enfermedad. La fibromialgia es una enfermedad de causa desconocida caracterizada por un dolor muscular crónico y que cursa con otros síntomas como la fatiga crónica o los problemas del sueño, así como también pueden aparecer parestesias, rigidez articular, cefaleas, problemas de concentración y memoria o ansiedad y depresión. Está enfermedad es crónica y la intensidad va variando. La falta de información sobre porqué se produce hace que el tratamiento vaya dirigido solo a signos y síntomas.
ALIMENTACIÓN Y FIBROMIALGIA, ¿QUÉ DICE LA CIENCIA?
Me gustaría dar una respuesta clara, pero lo cierto es que la evidencia no es clara. Los estudios son de poca calidad estadística, es decir, se necesita más investigación. Es un tema que se tiene en cuenta hace muy poco y la investigación en tratamientos no farmacológicos es muy pequeña. Sin embargo, podemos ver por donde van los tiros. Está claro que las dietas o patrones de alimentación encaminados a bajar la inflamación tiene resultados positivos en los síntomas. Una dieta hipocalórica parece ayudar con los dolores, el cansancio y el sueño, así como una dieta vegetariana. Sin embargo, parece que la dieta sin gluten o la dieta sin glutamato monosódico no ha demostrado ningún efecto. La dieta mediterránea suplementada con triptófano y magnesio también parece tener efectos positivos, esto se debe a como ayuda que suba la serotonina (la llamada “hormona de la felicidad” muy baja en esta enfermedad). Y, aunque no podamos decir que un tipo de dieta puede ayudar a la enfermedad, parece claro que cualquier dieta que disminuya las citoquinas ploinflamatorias o, en general, una dieta basada en vegetales, puede ayudar.
¿Y LAS INTOLERANCIAS?
En la fibromialgia se suelen ver pacientes con una gran cantidad de intolerancias, es importante detectarlas y eliminar o reducir los alimentos que generan este malestar porque, no solo empeoran los síntomas y signos, sino que empeoran la calidad de vida. Un nutricionista puede ayudarnos para detectarlas y ayudarte a saber como comer y cocinar sin estos alimentos.
Y EL EJERCICIO ¿NOS PUEDE AYUDAR?
Pues, aunque ocurre lo mismo, no hay suficiente evidencia, parece que es de gran ayuda. Estas personas deben empezar a moverse y a tener actividad física poco a poco e ir introduciendo el ejercicio para así generar adherencia, pues el dolor después de una sesión de ejercicio puede ser insoportable si empiezan así de golpe. Sin embargo, todo parece indicar que, a mayor masa muscular menor dolor y fatiga, lo cual es algo muy significativo. Las personas con esta enfermedad no suelen hacer ejercicio por miedo al dolor pero si se hace de la mano de un profesional y despacio puede ayudar significativamente a encontrarse mejor.
Es importante decir que todavía NO HAY NADA CLARO NI OBJETIVO que apoye ningún tratamiento no farmacológico para ayudar con esta enfermedad. Es importante pedir más investigación, pero mientras es importante recordar que una alimentación saludable y basada en vegetales ayuda a reducir la inflamación crónica y a aumentar la producción del triptófano, precursor de la serotonina, crucial para mejorar el curso de la enfermedad. Además de que, mantener nuestro cuerpo activo ayuda a nuestros músculos a encontrarse mejor. Los profesionales sanitarios y del ejercicio se adaptarán a la situación de cada uno, adaptando el ejercicio y la alimentación a cada uno de nosotros. Una vida saludable y todo lo activa que podamos parece ser muy positiva pero debemos recordar que NO es una cura, porque tristemente la cura aún no existe, al igual que no conocemos la causa.
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Inés Pérez Gopar.
Estudiante del grado de Nutrición Humana y Dietética.
Referencias
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- Sanada K, Díez MA, Valero MS, Pérez-Yus MC, Demarzo MM, García-Toro M, García-Campayo J. Effects of non-pharmacological interventions on inflammatory biomarker expression in patients with fibromyalgia: a systematic review. Arthritis Res Ther. 2015 Sep 26;17:272. doi: 10.1186/s13075-015-0789-9. PMID: 26411586; PMCID: PMC4584481.
- Martínez-Rodríguez A, Leyva-Vela B, Martínez-García A, Nadal-Nicolás Y. Efectos de la dieta lacto-vegetariana y ejercicios de estabilización del core sobre la composición corporal y el dolor en mujeres con fibromialgia: ensayo controlado aleatorizado [Effects of lacto-vegetarian diet and stabilization core exercises on body composition and pain in women with fibromyalgia: randomized controlled trial]. Nutr Hosp. 2018 Mar 1;35(2):392-399. Spanish. doi: 10.20960/nh.1341. PMID: 29756974.
- Silva AR, Bernardo A, Costa J, Cardoso A, Santos P, de Mesquita MF, Vaz Patto J, Moreira P, Silva ML, Padrão P. Dietary interventions in fibromyalgia: a systematic review. Ann Med. 2019;51(sup1):2-14. doi: 10.1080/07853890.2018.1564360. PMID: 30735059.
- Ministerio de Sanidad
2 comments:
Muy interesante y detallado el artículo. Nos ayuda , a personas con ésta enfermedad invisible , a intentar mejorar nuestra vida a través de la alimentación y el ejercicio. Gracias.
Gracias Ofelia. Muchas gracias por tu comentario; no anima a seguir escribiendo. 🙂