En esta época del año, nada nos reconforta más que un guiso de invierno tradicional para entrar en calor y saciarnos. Si estás intentando controlar tu dieta es posible que los tengas vetados ya que piensas que engordan muchísimo. Nada más lejos de la realidad. La forma de cocinar y los ingredientes que usas son fundamentales para determinar las calorías y las grasas que nos aporta la comida.
¿Y si te decimos que es perfectamente factible hacer un guiso de lentejas dentro de una dieta de adelgazamiento? De hecho, nosotras los solemos incluir en nuestros programas de adelgazamiento. Y es que un guiso de verduras, carne magra y legumbres es de las comidas más completas y bajas en grasas que podemos tomar? En cambio también puede ser una bomba calórica nada saludable si le añadimos los ingredientes menos adecuados.
¿Quieres descubrir cómo no renunciar a estos platos? Aquí te lo contamos.
La importancia de la materia prima
- Evita los preparados de carne. Chorizo, panceta, salchichas y otros procesados. Son las carnes que solemos escoger para estos guisos y suelen ser el principal problema del exceso de grasa que presentan. La cocción en ese caso no ayuda. Son productos con mucha grasa que al cocerse la expulsan al mismo guiso, haciendo que sólo el caldo contenga mucha grasa en suspensión y tenga muchas calorías. Además lo hacen pesado en exceso e incluso puede sentarnos mal.
Alternativas saludables serían cortes magros de ternera o cerdo o pollo, pavo o conejo. También podemos hacer guisos de pescado, como el marmitako, que le dan muchísimo sabor a los platos de cuchara y los convertimos en un plato super saludable.
- Aprovecha el producto local y de temporada. Las verduras son perfectas para preparar los platos más adecuados para cada temporada. Las verduras de invierno como las espinacas, acelgas, el nabo, la chirivía, la zanahoria, el cardo… nos ayudarán a preparar un guiso repleto de nutrientes. Además aportan muy pocas calorías y cuantas más uses más sabor conseguirás.
- ¿Has probado los guisos vegetarianos? Otra alternativa es usar varias combinaciones de legumbres, verduras, cereales o incluso frutos secos para preparar tu plato sin necesidad de añadir productos animales. Hay platos como el potaje de cuaresma o el «arroz 3 puñaos» que son muy completos, aportando todos los aminoácidos esenciales y quedando super sabrosos gracias a la combinación de varias legumbres y cereales.
La preparación y los métodos de cocción.
- La importancia del sofreír. Muchas veces empezamos el plato marcando un poco la proteína y la verdura para que den más sabor. Es muy importante que esto lo hagamos con un buen aceite; oliva virgen extra si puede ser y que echemos el aceite justo para dorar los ingredientes. Si no, se convertirá en una fritura y todos ese aceite extra lo añadirás a tu plato.
- Las especias, tu grandes aliadas. No temas si piensas que tu plato va a quedar con poco sabor, nada más lejos de la realidad. Abre tu despensa a especias tradicionales y nuevos sabores. El orégano, el tomillo, la albahaca, la pimienta, el clavo y tambien más exóticos como la cúrcuma o el curry pueden dar a tus platos un toque súper diferente y exquisito. ¿Sabes además que las especias tienen grandes beneficios para la salud? Las hay antiinflamatorias, antimicrobianas, con antioxidantes… Los beneficios de su uso son muy extensos y además deliciosos.
- Controla la sal. La sal puede causarnos retención de líquidos y es perjudicial en caso de hipertensión. El paladar se acostumbra muy facilmente a los sabores y si lo saturamos es posible que cada vez nuestro umbral de detección esté más alto y necesitemos más. Afortunadamente, este efecto también pasa a la inversa, si vamos restando sal a nuestros platos, poco a poco no necesitaremos añadir sal y nos bastará con la que aportan los alimentos. Las especias te ayudarán en este proceso.
Al servirlo y comerlo…
- Retira el exceso de grasa. Cuando terminamos el guiso y lo dejamos reposar un poco, observaremos que hay glóbulos de grasa en la superficie del caldo, provenientes de algunos ingredientes que la habrán ido liberando. Sólo tienes que pasar cuidadosamente una cuchara por la superficie para retirar todo ese exceso de grasa que no aporta nada beneficioso al plato y lo hace más pesado.
- No saques la olla a la mesa. A veces hay costumbre de hacer esto y siempre nos fuerza a pasarnos de nuestra ración. Es mejor servir una ración adecuada y que en el caso de que alguien quiera repetir, se levante para volver a servirse.
- Ojo con el pan. Aunque siempre insistimos en no demonizar los hidratos, si sacamos el pan a la mesa corremos el riesgo de duplicarlos. Con los caldos siempre entra la tentación de mojar y si tenemos el pan a mano es fácil que nos comamos media barra sin enterarnos. En lugar de eso, corta el pan en la cocina y coge la rodaja que te vayas a comer. Así será mucho más fácil controlar la ración.
Aunque hay muchos más, estos consejos serán fundamentales para que puedas disfrutar de tus guisos haciendo de ellos unos platos súper completos y saludables.
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