Las guías sobre alimentación aparecen en nuestra vida de diversas formas, en general, cada país tiene sus propias guías oficiales que difunden para promover una alimentación saludable. En España, utilizamos la pirámide de la alimentación que se ha ido adaptando con el tiempo, sin embargo, los profesionales llevamos unos años promocionando y usando el plato de Harvard pero vosotros, como población general, ¿lo conocéis?
¿QUÉ ES EL PLATO DE HARVARD?
El plato de Harvard es una guía de alimentación creada por la Universidad de Harvard que utiliza la forma de plato para explicar cómo debe dividirse la alimentación. Aunque utilice esta forma no implica necesariamente que debas incluir todos los componentes en una sola comida, pero sí que así debe repartirse tu alimentación en un día. Su objetivo es orientar sobre una alimentación saludable para promocionar la salud.
¿DE QUÉ SE COMPONE?
Como puedes ver arriba, el plato se divide en 4 partes. Una mitad está completamente formada por vegetales, el 50% de tu alimentación debe estar compuesta por ellos. Da prioridad a las verduras aunque también salen las frutas. Debes incluir los dos en tu día a día, las verduras deben estar presentes crudas y cocinadas, a ser posible, cada día. Luego divide la otra mitad en proteínas saludable y granos enteros. Las proteínas saludables son carnes ¡+representan los hidratos de carbono que deben obtenerse a partir de cereales integrales como el arroz, el trigo o el maíz. Aunque los tubérculos también son una buena opción, patata, boniato, etc. (no, las patatas no cuentan como verduras).
Además, recalca el agua como bebida, pudiendo tomarla en infusiones sin azúcar. La leche la limita a uno o dos vasos al día. Como grasa recomienda el aceite de oliva virgen extra y el de canola, esto tiene que ver con el contexto pues en EE.UU. el aceite de oliva no está tan disponible, en España, la recomendación es aceite de oliva virgen extra siempre, saludable y local. Finalmente recomiendan mantenerte activo.
GUÍAS OFICIALES EN ESPAÑA
En España actualmente tenemos como guía oficial la pirámide de alimentación de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). Probablemente todos la conocéis. Esta guía se actualiza regularmente. El objetivo de dicha pirámide, hasta la última versión, era la prevención de enfermedades cardiovasculares. Ahora mismo hay dos, una con este objetivo y otra de la estrategia NAOS que pretende prevenir la obesidad. En esta última vemos una división, una parte habla de alimentación y la otra de actividad física.
Estas pirámides sitúan en la base los alimentos que debemos consumir cada día (así como la actividad física y el agua o la disminución del estrés y las relaciones sociales). Y a medida que sube son alimentos que deben consumirse con menos frecuencias. Tienen aclaraciones para entender cuanto se debe consumir de cada alimento. En la punta hay alimentos de consumo ocasional y fuera encontramos el alcohol.
BENEFICIOS DEL PLATO FRENTE OTRAS GUÍAS
El plato de Harvard se está defendiendo por los profesionales de la alimentación y la nutrición frente a la pirámide por diferentes razones:
- Es mucho más sencillo de entender. Divide la alimentación en cuatro, además usando la forma de plato, algo que usamos en nuestro día a día.
- Da el lugar que merece a los vegetales, priorizándolo sobre todo lo demás.
- No incluye alimentos malsanos, de hecho solo habla de alimentos en sí y no de productos alimentarios.
- Es mucho más sencillo de visualizar en la alimentación del día a día.
DEBATE CON LAS GUÍAS
El plato de Harvard, como todo, no es perfecto, como ninguna guía. En este punto es interesante abrir un debate, y es que no incluir alimentos malsanos no hace que la población no los consuma. Sin embargo, incluirlos puede hacer que se incentive su consumo (que no estén presentes puede generar confusión sobre cuando consumirlos o en que grupo incluirlos). Otro problema es el alcohol, el cual está realmente normalizado en nuestro país y por el habría que buscar otras estrategias para evitar su con sumo generalizado. Esto es un debate de profesionales que parece no tener una clara solución y que me parece interesante llevar a la población general. ¿Vosotros que preferís?
Las guías son la base de la divulgación en alimentación a la vista de que no hay potras campañas de educación nutricional pero ¿cuál es la mejor? Supongo que debemos adaptarnos al contexto de cada población e ir haciendo ajustes. Y a vosotros ¿Cuál os gusta más? ¿cuál entendéis mejor u os ayuda más en el día a día?
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Inés Pérez Gopar.
Estudiante del grado de Nutrición Humana y Dietética.
Referencias
- SENC
- Estrategia NAOS
- Universidad de Harvard