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Acné: Combátelo con la Alimentación

El acné es un enfermedad de la piel que no sólo afecta a casi un 75%  de los adolescentes, sino también a población adulta (sobre todo mujeres embarazadas), cuya causa no es conocida del todo hoy en día. En muchos casos se produce debido a los cambios hormonales que tienen lugar durante la adolescencia o embarazo, o ante situaciones estresantes, pero también existe un componente genético.

Si bien es cierto que hay factores en los cuales no podemos actuar, sí podemos incidir en un factor muy relacionado y de suma importancia tanto en la prevención como en el tratamiento: la alimentación.

alimentación adolescentes

Y os preguntaréis: ¿qué tiene que ver la alimentación en la aparición del acné? A pesar de que la aparición del acné se debe a las situaciones hormonales ya mencionadas, hay alimentos considerados como precursores hormonales o que pueden empeorar este problema.

Además el acné está relacionado con la dieta occidental actual basada en hidratos de carbono simples, chocolate, bebidas azucaradas y lácteos. De hecho, en sociedades no occidentalizadas las tasas de incidencia de acné son bastante menores.

Hidratos de carbono simples

Cereales refinados como el pan blanco, los dulces o azúcares simples están muy presentes en nuestra dieta y tienen una alta carga glucémica produciendo una reacción hormonal en nuestro organismo que desencadena la producción de sebo en nuestra piel.

dulces

Por ello debemos sustituirlos por alimentos de baja carga glucémica como los cereales integrales, las legumbres o las frutas, así como evitar cualquier tipo de producto ultraprocesado y bebidas azucaradas.

Chocolate

Aunque popularmente se ha creído siempre que comer chocolate influye en la aparición de los temidos granos, en la actualidad no existe una relación directa. No es el cacao en sí el precursor del acné, sino la grasa láctea, mantequilla, saborizantes, emulsionantes,  o el azúcar añadido que lleva el chocolate. Si tenemos un problema de acné debemos reducir nuestro consumo de chocolate y productos que lo contengan, y en cualquier caso consumir aquellos que tengan un porcentaje muy elevado de cacao (70-80%).

chocolate

Lácteos

A pesar de que la leche es uno de los alimentos más completos que existen, contiene precursores de testosterona que contribuyen a la producción del sebo, así como el proceso de fermentación del queso conlleva a un aumento de los precursores hormonales.

Lo ideal es que reduzcamos su consumo pero al mismo tiempo incluyamos en nuestra alimentación alimentos que nos aporten sus mismos nutrientes como los frutos secos, las legumbres o las semillas. Esto es de especial importancia en etapas como la de la adolescencia donde debemos tener cubiertos los requerimientos de calcio.

bebida vegetal

Si bien estos grupos de alimentos son los que más influyen en la aparición o agravamiento del acné, también hay otros alimentos ricos en ciertas vitaminas que pueden ayudar a regular los niveles de secreción sebácea:

Retinol (vitamina A)

El retinol es una vitamina liposoluble, también conocida como vitamina A, que desempeña un papel muy importante en el acné por su actividad antiinflamatoria y su capacidad de mantener en buen estado las mucosas y la piel.

La podemos encontrar principalmente en verduras como el pimiento rojo, zanahoria, espinacas, calabaza; en huevos, hígado, vísceras; aves y pescado blanco.

vitamina a

Resveratrol

Se trata de una fitoalexina presente en la piel de las uvas rojas, el vino tinto, las moras, los cacahuetes y el eucalipto que se caracteriza por su acción bactericida contra la bacteria del acné P.acnes.

resveratrol

Agua

Además de llevar una dieta lo más equilibrada posible, no olvides hidratarte bien ya que el agua juega un papel esencial en el buen estado de la piel.

hidratación

Adiós malos hábitos

No olvides eliminar de tu vida malos hábitos como el tabaco, el alcohol o la falta de sueño ya que pueden empeorar el estado del acné.

malos hábitos

Con la alimentación podemos conseguir buenos resultados en el tratamiento del acné ayudando acelerar su curación o evitar que empeore. Además es fundamental una una correcta higiene de la piel. Recuerda: somos lo que comemos. Y si nuestra alimentación no es la más adecuada, se reflejará en nuestra apariencia física.

Sin embargo, a pesar de que estos son dos pasos importantes en su tratamiento, es importante acudir a un especialista para poder descartar cualquier otro problema de salud relacionado.

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Alba Soriano. Dietista-Nutricionista.

Bibliografía:

Bowe WP, Joshi SS, and Shalita AR. Diet an Acne. JAAD 2010;1-17.

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