¿Habéis escuchado alguna vez el dicho menos es más? Esta receta es un claro ejemplo de que con tan solo 2 ingredientes podemos enamorar al paladar.
Es una ensalada fresquita y ligera para la vuelta a la rutina después de los excesos del verano. Aporta apenas 70 calorías y está de infarto.
Ingredientes
- 350g de calabacines
- 400g de tomates cherry
- Una pizca de albahaca
- 15-20 ml de aceite de oliva virgen extra
- 10ml de vinagre de módena
Elaboración
Es una ensalada de lo más sencilla posible. Para mí es un recurso fácil, rápido, sano y riquísimo de hacer cuando no te apetece cocinar y llegas agotada del trabajo. Además, se necesitan poquísimos ingredientes, que se encuentran en cualquier época del año, y muy pocos pasos para su elaboración.
Como en cualquier receta, el paso previo siempre es lavar bien todos los vegetales. En este caso, calabacines y tomates cherry. Una vez que los hemos dejado escurrir y han perdido ese exceso de agua pasamos a cortar. Fileteamos en rodajas muy finitas los calabacines y cortamos los tomates cherry en cuatro porciones. Yo aconsejo cortar los calabacines lo más fino posible, con cuidado siempre de no cortarnos.
La base de la ensalada ya la tendríamos, lo único que nos queda es el aliño que también es muy sencillo de preparar. Se pica un un poco de albahaca y se deja macerar con un poco de aceite y vinagre de módena. Dejamos que se impregnen y mezclen todos los aromas y sabores durante un ratito. ¡Y listo!
Presentación
Elegimos un cuenco pequeño y vamos colocando todos los ingredientes de mayor a menor tamaño. Primero los calabacines y sobre ellos los tomates cherry. Por último, se espolvorea el aliño y se coloca una hojita de albahaca para adornar y poner la ginda al plato.
¡Et voilà! ¡Lista para disfrutar!