Hoy día 8 de Marzo es el Día Internacional de la Mujer y por ello desde Be Healthy and Happy queremos felicitar a todas las mujeres y dedicarles este post centrado en cómo influye la nutrición en la fertilidad para aquellas que quieren cumplir su deseo de ser madres.
¿QUÉ ES LA FERTILIDAD?
La fertilidad se puede definir como la capacidad que tienen los seres vivos de reproducirse, de concebir un hijo durante un periodo de tiempo razonable (entre 1 y 2 años manteniendo relaciones normales sin usar métodos anticonceptivos). Si esto no es así se da una situación de infertilidad, es decir, la pérdida de la capacidad de reproducirse en el tiempo considerado como razonable debida a una incapacidad del hombre para fecundar y de concebir en la mujer.
La infertilidad conlleva en la mayoría de los casos una pérdida de bienestar psíquico ante la imposibilidad de la pareja de cumplir el deseo de tener un hijo.
También se puede hablar de subfertilidad o fertilidad reducida que se puede dar en uno de los miembros de la pareja o en ambos. Normalmente cuando esto ocurre en sólo uno de los miembros de la pareja es de fácil solución.
¿POR QUÉ NO SOY FÉRTIL?
Aproximadamente, el 85% de las parejas conciben un hijo de forma natural dentro del primer año de tener relaciones sexuales frecuentes. Y de los que no lo consiguen durante el primer año, la mitad lo logra en el año siguiente. En total, el 93 % de todas las parejas que quiere tener hijos lo consigue dentro de los tres primeros años. Pero, ¿por qué en algunas parejas esto no ocurre así?
Los problemas que afectan a la fertilidad son multifactoriales:
- Los estudios científicos publicados hasta la fecha nos dicen que el peso corporal es uno de los factores más influyentes en la fertilidad: tanto si la mujer se encuentra en bajo peso como en sobrepeso u obesidad va a tener problemas para concebir. ¿Por qué ocurre esto? Las funciones endócrinas del tejido adiposo involucran una serie de vías de señalización hormonal que controlan el metabolismo del individuo. Como consecuencia de la obesidad, se produce una alteración de estas señales lo que supone una serie de alteraciones en el metabolismo y desarrollo de los órganos, afectando a aquellos involucrados en la reproducción. La obesidad afecta la ovulación, la maduración del ovocito, el desarrollo del endometrio, la receptividad uterina, la implantación, la calidad del embrión y la probabilidad de aborto.
- El estrés afecta a la líbido, reduciendo la frecuencia de las relaciones sexuales y llevando a seguir unos malos hábitos de salud (sedentarismo, alimentación malsana, alcoholismo, tabaquismo, abuso de fármacos, consumo de estimulantes, etc) con el consiguiente riesgo de infarto y por tanto, afectando a la fertilidad.
- Parece ser que algunos estudios demuestran que el hipotiroidismo tiene efecto en la fertilidad. Le afecta directamente ya que produce disfunción ovárica y alteración en el eje hipotálamo-hipófisis-tiroides.
- La hipercolesterolemia, tanto en hombres como en mujeres, también se asocia a una menor fertilidad.
¿CÓMO INFLUYE NUESTRA ALIMENTACIÓN EN LA FERTILIDAD?
No existe una dieta específica ni súperalimentos a la hora de aumentar la fertilidad de una mujer. Pero lo que sí es posible es mejorar nuestro metabolismo y nuestra salud con una alimentación adecuada basada en hábitos alimentarios saludables que te pueden ayudar a quedarte embarazada.
No hay truco. Se trata únicamente de comer saludablemente, incluir alimentos ricos en antioxidantes, dormir como mínimo 8 horas al día, realizar ejercicio físico de forma regular y evitar hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco.
Proteínas de alto valor biológico
Son aquellas ricas en aminoácidos esenciales, es decir, poseen todos los aminoácidos en cantidades suficientes para formar las diferentes proteínas que nuestro organismo necesita. Son la carne, pescado, huevos, lácteos, quínoa, chía, amaranto y soja. Si consumes proteínas de origen vegetal puedes combinarlas con otros alimentos, no necesariamente en la misma comida sino a lo largo del día, para obtener una proteína mucho más completa, por ejemplo legumbres y cereales, frutos secos…
Vitaminas y minerales
- Zinc: influye en la ovulación y fertilización. Además como antioxidante puede ayudar al retraso del envejecimiento celular y folicular que aumentará las posibilidades de embarazo. Los alimentos más ricos en zinc son la carne y el marisco. También lo encontramos en cereales integrales, en frutos secos y en semillas.
- Yodo: tomar una pizca de sal yodada. Su déficit se ha relacionado con una mayor incidencia de problemas gestacionales e incluso al cociente intelectual del bebé. La principal fuente de yodo son los alimentos de procedencia marina como el pescado y el marisco. También se puede comprar la sal yodada.
- Ácido fólico: también conocido como vitamina B9, se relación con el riesgo de aborto espontáneo. Tomar a diario un suplemento que contenga 400 microgramos de ácido fólico tres meses antes de la concepción contribuye al crecimiento del tejido maternal en el embarazo, previniendo defectos del tubo neural, problemas en el sistema nervioso del feto y un menor riesgo de aborto espontáneo. Podemos encontrar esta vitamina en cereales integrales, col, espinacas, acelgas, levadura de cerveza, legumbres, frutos secos…
- Vitamina B12: en personas vegetarianas, la suplementación es necesaria. Su déficit (frecuente en este colectivo) está relacionado con la infertilidad y con las pérdidas fetales recurrentes. Se encuentra de forma activa para el cuerpo humano únicamente en alimentos de origen animal como carne, pescado, huevos y lácteos.
¿QUÉ ALIMENTOS DEBO EVITAR?
No hay alimentos como tal que impidan o dificulten directamente la fertilidad. Se recomienda evitar el consumo de tóxicos durante el embarazo o desde el momento en que se inicie la búsqueda, para que de esta forma si el resultado es positivo tendremos la certeza de que no hemos consumido productos que pongan en peligro al futuro bebé. Aquellos alimentos a evitar son los considerados como tóxicos: alcohol de toda clase, incluido el vino y la cerveza; carne, lácteos y pescado crudos, incluyendo alimentos al punto o poco hechos, marinados, ahumados, curados y quesos elaborados con leche cruda no pasteurizada.
Cuando una pareja se plantea concebir un hijo es muy importante evaluar su alimentación para detectar si existe algún desorden nutricional que esté afectando su fertilidad. Para ello es fundamental la valoración de un dietista- nutricionista para asegurar una dieta correcta y corregir algunos hábitos que puedan estar influyendo a la hora de tener un hijo. Si tienes problemas de fertilidad y crees que puede deberse en parte a tu alimentación no dudes en acudir a un profesional de la nutrición. Y por supuesto no olvides acudir a tu revisión ginecológica por lo menos una vez al año.
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Alba Soriano. Dietista-Nutricionista.
Referencias:
Barrios-De-Tomasi, J, Barrios-De-Tomasi, E, Vergara-Galicia, J. Efecto de la obesidad en la reproducción femenina. Revista mexicana de ciencias farmacéuticas, 2013; 44(3), 8-18.
Basulto, J. Mamá come sano. Penguin Random House Grupo Editorial España, 2015.
Mateo Sánez HA, Hernández Arroyo L, Mateo Madrigal DM. Hipotiroidismo e infertilidad femenina. Rev Mex Reprod, 2015; 5 (1):3-6.