Mi reto, en un principio, era llegar a los 53 kilos en 5 semanas, es decir 5 kilos/5 semanas, pero decidimos alargarlo un pelín. ¿La causa? Mi vagueza (y rompiendo una lanza a mi favor, la temperatura y el sol de verano no ayudaban nada a que me decidiera salir a correr). Pero con un saco de 25 kilos de ánimos afrontaba yo mi 5º semana, feliz con mis 54 kilos y medio. Y sin ir tan desencaminada de mi reto.
Esta semana había remontado la rutina de deporte y salía a dar caminatas de una hora y, ¡Bendita tecnología! practicaba yoga durante 20 minutos en el salón de mi casa. Así que esa semana noté muchísimo la bajada de peso, con solo meter un pelín de actividad en tu día a día, los kilillos que queremos ir desterrando se van quedando en cada gota de sudor. Y los cambios físicos, eran tan notables, ya estaba casi-casi como hacía 3 años, cuando me veía más Hiedra Venenosa que nunca.
Mis ánimos iban a velocidad crucero, con algunas turbulencias que otras, debo admitir. Como no me canso de repetir, había integrado la mayoría de hábitos que Anabel y Sandra me habían recordado. Las turbulencias fuertes llegaron cuando fuimos al LOW festival en Benidorm, y con el, todos los excesos festivaleros que se cometen entre copa y copa: bocata de tortilla, para empezar, papas fritas a media noche y un buen croissant en el desayuno. Pero claro, todo esto estaba justificadísimo primero porque ME APETECÍA Y QUERIA HACERLO y segundo porque en los festivales aún no hay food trucks con smoothies sanísimo y comida low. Además, baile tantísimo durante todo el festival que ¡Bendito bocata de tortilla!
En contrapartida al LOW, donde todo fueron excesos y descontrol, mi estupendo chico, me invitó una noche a cenar y pude adaptar la comida sana a la perfección, así que me pedí un atún fresco a la plancha con verduras que estaba ¡Delicioso!
Las ganas de llegar a los kilos que me había propuesto, más las ganas de vacaciones iban haciendo que me centrara más y más en contar calorías (con excepciones, claramente).
Y con todo esto y mis shorts vaqueros fetiches (que ya me entraban) terminé la semana con 54 estupendos kilos y después de haberme pegado un festival entre pecho y espalda.
Anabel desde el otro lado de la mesa
Una semana más, Isis nos demuestra lo bien que va interiorizando que una vida saludable no es incompatible con pasárselo bien y disfrutar de la vida.
Esta semana con sus shorts fetiche puestos nos da otra lección: lo importante es conseguir el objetivo, no el tiempo que invierta en él. Ánimo Isis, que lo estás rozando!!
Desde el #RetoAlbalá Sandra y yo intentamos transmitiros que estar a dieta no tiene por qué ser sinónimo de sufrir.
