Las primeras semanas de dieta fueron muy difíciles para Patri, psicológicamente hablando. Sufría la presión de los exámenes, del final de la carrera y además se había planteado el #RetoAlbalá como una auténtica asceta.
El nivel de exigencia que se había autoimpuesto hubiera sido imposible mantenerlo en su día a día. Cuando por fin ha interiorizado su objetivo final, que es alcanzar unos hábitos saludables y mantenerlos, han llegado los resultados esperados: 63,600 Kg.
Os lo cuenta ella misma:
Pequeños grandes logros en la Dieta y el Ejercicio.
Motivación, apoyo y rectificar los fallos cometidos en los hábitos y ejercicios planteados para este reto; con ello, ¡hemos conseguido buenos resultados, al final avanzamos!
Paciencia, aprender a comer y tener claro el objetivo es lo que Sandra y Anabel me han explicado para seguir motivándome y aquí estoy, una semana más ¡ya por fin con resultados!
He conseguido bajar de 65,00 a 63,6 Kg. El truco está en seguir comiendo bien, sin prisas, siendo consciente de la ingesta y con pequeños toques de actividad física para que el cuerpo se active y… ¡actitud!
Le damos más importancia a las cosas de las que tienen
Al final me demostré a mí misma que este reto no era para tanto. Concretamente en mi caso, cansada de estar diariamente concentrada en mi deporte y mi alimento, me dejé llevar. Decidí acostumbrar a mi cuerpo a comer las mismas cantidades de comida y las mismas comidas en el caso de la fruta.
Quise hacer una dieta un poco aburrida, estándar pero que me ayudara a conservar el hábito alimenticio. Seguidamente, en el deporte, hacia cardio como: carrera, ciclo, trx y baile para activar mi cuerpo.
Como podéis ver me lo tomé con más calma. Conseguí que por fin la dieta se adaptara a mi vida y no yo a la dieta. Me olvidé de que seguía medidas o cantidades fijas para comer. Ya era y es mi comida habitual, no mi dieta.
Gracias a ello, mi cuerpo y mente se relajaron totalmente y comenzaron a aceptar el alimento y la actividad física sin presiones ni metas.
Es más, tengo que confesar que me salté la dieta dos veces; un cono de yogurt helado y un pan por la noche en dos días diferentes. Aunque esto ocurriese, he bajado de peso y me he demostrado esta semana en que el truco está en relajarse de verdad y confiar en que los resultados llegarán.
No tomárselo como una meta, sino como una oportunidad para poder sentirte mejor.
Aquí me tenéis, activa, vital, por fin con mi estómago acostumbrado a las cantidades de comida, haciendo un deporte que todo el mundo puede hacer y llevando una vida normal ¡Sin olvidarme de disfrutar, por fin!
El gran logro
Tanto desde el punto de vista de Sandra, como desde el mío, el gran logro de Patri esta semana ha sido el cambio de actitud frente a la dieta y el ejercicio. Que los kilos y el tiempo fueran los parámetros más importantes para ella durante la primera mitad de su Reto, ha determinado que se sintiera haciendo un auténtico sacrificio. Cuando por fin ha asimilado que eso es lo de menos, que se trata de sentirse mejor, todo ha ido rodado y lo va a seguir yendo.
¡Por fin Patri! Ahora sí que estás a nada de cambiar tu vida 🙂
