Al revisar con Patri su tercera semana de dieta, lo que más me ha gustado de todo lo que me ha contado es que se siente más vital, feliz y enérgica. ha alcanzado un peso de 65,200 Kg. Os cuento los detalles:
Dieta
Esta semana Patri ha seguido con sus exámenes y trabajos finales, lo que le ha generado mucha ansiedad, a pesar de eso, y que ocasiones no le ha faltado porque ha tenido varias comidas familiares y su cena de graduación, sólo en esta última cayó en la tentación de saltársela, con tan mala suerte que le sentó igual de bien que a mi la hamburguesa de mi segunda semana de dieta. Digamos que para la ansiedad que generan los exámenes de final de carrera, se está portando de cine, excepto por las cantidades, que como se aprecia en la foto, las ha incrementado bastante. Y es que el estrés no es bueno para nada y eso incluye las dietas. Vamos, que como yo en mi día aunque por diferentes motivos, está claro que Patri tampoco eligió el «mejor momento para dejar de esnifar pegamento»…
Patri se sinceraba contándome que había llevado la dieta bastante peor estos días; en los que sabes lo que tienes que hacer, pero no te apetece nada. Me decía que le daban ganas de comerse una paella con los amigos y abandonar su tupper en casa, pero que finalmente, conseguía no tirar la toalla asumiendo que el que quiere cambios debe esforzarse.
Sin embargo, yo en estos casos, creo que es mejor irse a comer la paella, antes que desmotivarte con la dieta y aislarte de tu entorno. Y más teniendo en cuenta que la paella en sí no sea de lo más problemático de ese encuentro, el problema son las cañas, la sangría, el tinto de verano, los aperitivos por doquier, postres, café, copa y puro para rematar. Pero no hay que dejar de ir a la paella, hay que ser selectivo.
¿Por qué digo esto?
Porque el objetivo final de Patri es adquirir unos buenos hábitos alimenticios, conseguir una buena forma física y sobre todo mantenerlos, y difícilmente lo va a conseguir si no adapta la dieta a su vida y no al revés. Paellas siempre va a haber en su vida, así que lo mejor que puede hacer es aprender a comportarse en éste y en los múltiples eventos que se le van a poner por delante en su vida.
Como os contaba en el post de la tercera semana de dieta de Itziar, ante las contiendas gastronómico-culinarias, valora y elige lo que comes. De ese modo generarás mucha menos ansiedad, es mucho más probable que consigas una adherencia a la dieta, es decir que no la abandones, y que hagas tuyos esos nuevos hábitos alcanzando así tu objetivo, evitando el temido efecto rebote. No olvides que el peso en sí, es sólo un parámetro, tu objetivo es tener una vida saludable, y si además de esto, te sientes cañón: mejor que mejor.
Ejercicio
A pesar de todo lo que tenía que estudiar, Patri no ha dejado de ir al gimnasio ni un sólo día. (Tengo mucho que aprender de ella…) Además me decía que se sentía con mayor resistencia ante los entrenamientos.
Motivación
Que gran fuerza de voluntad tiene, porque a pesar de los retos académicos a los que se está enfrentando, persevera. Y es que ha acabado la semana, sintiéndose más ligera, con más vitalidad y con los glúteos más firmes (que también es importante 😉 ) Con estas nuevas sensaciones, seguro que se enfrenta a la cuarta semana de dieta con muchas ganas.
Sigue así Patri!! (Y pon una paella en tu vida, por favor)