Estoy segura que en algún momento os habéis visto en la necesidad de innovar. Haceros con una idea nueva para seducir al paladar y no caer en la rutina. Hoy os traemos un recurso excelente para esos momentos y, es que, las espinacas nunca pasan de moda.
Es una verdura fresca rica en vitaminas A, C y E, ácido fólico, magnesio y fibra. Además, se recomienda su consumo frecuente, ya que, mejoran problemas digestivos, son ideales en dietas de adelgazamiento y como antioxidante. Por tanto, no se puede negar que es una verdura muy completa y versátil. Además de muy baja en calorías.
¡El plato porta tan solo 300 calorías!
¡Vamos a ello!
Ingredientes
- 100g de pan de centeno
- 25g de espinacas baby
- 120g de queso de burgos
- 200g de atún natural
- Ramita de eneldo
- 5ml de aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Dicen que a veces menos es más y, este es un claro ejemplo. Una receta muy sencilla, saludable, completa y con pocos ingredientes. Una opción ideal para comenzar el día con energía, superar la mañana o quitarnos el gusanillo de la tarde.
La elaboración no puede ser más sencilla y riquísima.
Primeramente se lavan las hojas de espinacas y se escurren bien. A continuación, tostamos la rebanada de pan y colocamos sobre ella las hojas de espinacas. Si lo prefieres, puedes echar antes un chorrito de aceite o esperarte al final, eso va en gustos. Yo siempre he sido de echar el aceite sobre el pan.
Una vez que ya tenemos montada la base, incorporamos el atún natural y el queso de burgos en daditos.
Por último, colocamos una ramita de eneldo para aromatizar el plato.
Presentación
Pasamos la tosta a un plato bonito. Listo para comer y disfrutar. Se puede acompañar con un café, infusión o té.
La verdad es que es una receta sin ninguna complicación, que se puede ir variando e incorporando otros ingredientes como el tomate natural o huevo cocido. Yo ahora me la suelo hacer para desayunar porque me encanta.
¡Espero que os guste!