Ole, ole y ole!!! Una semana más de dieta y estoy en 64,700 kg!! Así que en lugar de más, debería gritar a los cuatro vientos: Una semana MENOS para conseguir el objetivo y ponerme el pantalón!!
Os hago un resumen de lo que ha sido la semana:
Después de las múltiples de la semana pasada, cuando ya creía que las oportunidades para saltarme la dieta se habían acabado, mi querido suegro decide celebrar el día del padre (¡Felicidades Don Manuel!), cómo no, invitándonos a comer. Si es que no sabemos celebrar las cosas de otra forma 🙂
Cierto es, que me podía haber pedido bacalao, pero después de meses oyéndole decir que en ese restaurante se come el mejor cochinillo del mundo mundial, y teniendo en cuenta que mi suegro es un suegro con criterio, no me pude resistir. Eso sí me pedí una ensalada para compensar, lo que no me podía imaginar es que la iban a cubrir de patatas paja (a veces, el mundo se pone en tu contra…)
Excepto éste y otro pecado mortal más que cometí y os desarrollo más adelante, el resto de la semana me he portado muy bien. He combinado la Dieta Optifast con la Dieta Gourmet Albalá y la verdad es que he disfrutado cocinando, retocando y editando las recetas, como la receta de ensalada de quinoa y frutas, o la lasaña de calabacines, pimiento y paté de berenjenas. Estos cambios en mi alimentación y el haberme quitado dos kilos de encima se notan, me siento más ligera.
Lo que debes hacer:
Mi mayor logro lo he conseguido a través del ejercicio: cada vez voy incorporando más pequeños gestos activos, procuro ir a los sitios andando, y llevo a rajatabla sustituir ascensor por escaleras. También sigo practicando Yoga, y voy eligiendo programas en la App de mayor duración.
Sigo sin poder apuntarme al gimnasio, pero esta semana he descubierto otra App que pinta muy bien: Swörkit. Tiene varios tipos de programas de entrenamiento, además de yoga, tiene de fuerza, aeróbicos y estiramientos. La semana que viene voy a alternar el yoga con los ejercicios aérobicos.
Algo que ha estado presente a lo largo de toda mi vida han sido las cremas anticelulíticas, pero en el clásico de «en casa del herrero cuchillo de palo«, me las aplicaba de uvas a peras, deprisa y corriendo, y sin masajear bien la zona. Pues bien, no puedo decir que me las haya aplicado todos los días pero sí cuatro de siete. No está mal, pero mi objetivo es hacerlo todos los días, además de una crema reafirmante corporal. Hay que atacar al enemigo por todos los flancos.
Lo que NO debes hacer:
Pues como veis, todo iba maravillosamente, hasta que el último día, tras una intensísima jornada laboral, y tras una conversación de camino al hotel con mi compañero Óscar hablando del haaaaaaaambre que teníamos y las hamburguesas que seríamos capaces de comernos, llegué con «musha jambre», pero con el firme propósito de comerme un plato de jamón y ensalada. Pero oh! ya no tenían jamón en la carta, así que no tuve más remedio que pedirme una hamburguesa. (A veces eres tú el que pone el mundo en tu contra…)
Con ese hamburguesote delante, se me ocurre a ponerme a hacer fotos, y a enviar las pruebas del delito al chat de WhatsApp de la farmacia, provocando risas en general y emoticonos de cabreo en particular por parte de Sandra, que como mi nutricionista que es, me estaba llamando al orden (y con razón).
No contenta con eso, inspirada por Mr. Wonderful, no se me ocurre otra cosa que enviarles este vídeo.
Llámalo Dios, llámalo Karma, llámalo mi propio organismo me castigó. Devoré la hamburguesa cual piraña y me sentó como una patada en el estómago, así que no tuve más remedio que enviarles el vídeo del después:
¿Cuál es la moraleja de todo esto? ¿Qué no hay que saltarse la dieta? Sí, pero no.
No metí la pata saltándome la dieta, la había metido mucho antes, saltándome la merienda. Había estado muy liada toda la tarde y lo último que se me pasó por la cabeza era merendar. La primera sensación de hambre la debí tener sobre las 19:45, y pensé «a estas horas… pues ya espero a la cena» ERROR.
Hubiera sido mucho mejor tomarme una pieza de fruta, o un yogur desnatado, o un Optifast mix.
Moraleja: No te saltes ninguna comida. Recuerda lo que te contaba en mi primer post del Plan Albalá, además de no pasar hambre y evitar situaciones como la que te acabo de contar, activarás el metabolismo y quemarás más calorías.
Dicho esto, portaos bien, y ya sabéis que si estáis interesados en seguir la Dieta del Plan Albalá, no tenéis más que suscribiros y mándarnos un correo a albalafarmaciablog@gmail.com. Os haremos llegar toda la información lo antes posible.
¡Feliz y activa semana!